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Atención Primaria sin atajos

  • 20.12.2022

El presidente del Commálaga, Dr. Pedro J. Navarro, ha analizado la actualidad de la situación que se está viviendo en la Atención Primaria a través de una tribuna en diario Sur, que reproducimos íntegra.

No pronunciar el nombre de la Atención Primaria (AP) en vano debe ser un nuevo mandamiento para las autoridades sanitarias. No hay nivel asistencial peor tratado por los responsables políticos que el de la puerta de entrada al sistema. Los profesionales y la ciudadanía alzan la voz por toda nuestra geografía en favor de una solución a su compleja problemática sin los atajos presupuestarios ni organizativos tan propios de los políticos, tales como la homologación exprés de médicos extracomunitarios, retraso en la edad de jubilación sin definir el alcance de la misma, número máximo de pacientes por consulta sin gestión de la oferta o demanda de servicios, sino con la voluntad de encontrar soluciones reales.

En la actualidad, la AP no se reconoce. Fuera de ofrecer una atención ambulatorizada a las demandas de la población su papel como posible nivel asistencial vertebrador de la salud de la sociedad es sólo un espejismo. La infrafinanciación crónica de décadas hace insoportable la carga asistencial, lo que unido a los nulos incentivos científicos y económicos hace que los médicos no quieran trabajar en los diferentes centros de salud, muy a su pesar.

Es cierto que los sistemas sanitarios basados en una AP sólida alcanzan mejores resultados en salud, de forma más equitativa, y probablemente a un menor coste (aunque esto está más que en discusión). Pero no cualquier AP. No basta con cambiar el nombre de consultorio a centro de salud, ni disponer de subdirecciones generales en la materia. Uno de los grandes problemas en el día a día es que cualquier demanda asistencial se transforma en una cita médica y hace que los médicos de familia y los pediatras extrahospitalarios ocupen prácticamente el 100% de su jornada en actividades relacionadas con la asistencia clínica, sin tiempo para la gestión de sus pacientes, la educación sanitaria, la formación propia o de los residentes o la investigación.

El desafío de la pandemia por COVID-19 nos invita a que los cambios que hasta ahora parecían imposibles en la AP se conviertan en inevitables; en caso contrario, su papel en el sistema será meramente residual. Se precisa para ello de un cambio global de actitud frente a la Primaria por parte de todos los actores involucrados que respete sus atributos nucleares.

El Colegio de Médicos de Málaga, de forma institucional, siempre estará del lado de los médicos y la ciudadanía para encontrar soluciones a la actual crisis en la AP. En enero de 2022 compartimos el documento ‘La Atención Primaria necesaria’, que se puede consultar en www.commalaga.com. Analizaba los factores responsables de la situación actual, pero sobre todo proponíamos más de veinte medidas. Hablamos de la necesidad de una financiación adecuada, un rediseño del modelo actual, medidas para la gestión de la oferta y la demanda, de nuevas posibilidades para la relación médico-enfermo, así como de iniciativas relacionadas con la formación, la investigación y la carrera profesional. Fueron bien recibidas entre médicos de familia y pediatras extrahospitalarios, pero cayeron en saco roto ya que las autoridades sanitarias no quisieron hacerse eco de ninguna de estas medidas.

Recientemente hemos publicado ‘Flexiseguridad en sanidad: claves para la retención del talento’, que también pueden consultar en la web, con un total de 38 medidas innovadoras que, de aplicarse, supondrían un cambio sustancial para los profesionales de la medicina en España y evitarían su descontento generalizado. Las nuevas generaciones que se incorporan al mercado laboral han introducido en el debate actual temas como los usos y racionalización del tiempo, la flexibilidad, la conciliación, el salario emocional o la seguridad en el empleo más que en un puesto de trabajo concreto, y los responsables públicos evitan a toda costa entrar en ninguno de estos temas. Nuestras propuestas se desarrollan en ocho ejes: innovación, flexibilidad, conciliación, competencias profesionales, corresponsabilidad, estabilidad laboral, retribuciones y carrera profesional. Desgraciadamente, por ahora, no han sido tampoco consideradas por las autoridades, empeñadas en mantener un modelo de organización que agoniza y no da la respuesta adecuada a las nuevas demandas y expectativas de los ciudadanos. Según la Encuesta sobre la Situación de la Profesión Médica en España, realizada entre 20.000 profesionales, uno de cada tres médicos está insatisfecho, y los principales motivos son la carga asistencial (65,2%), el nivel de exigencia (32,9%) y el cansancio emocional (55,7%). La complejidad de los problemas sanitarios necesita el concurso de todos los grupos de interés que pueden ayudar a encarar la situación con nuevas soluciones y no con el muro de una organización que no quiere escuchar.

Es el momento de considerar desde la Junta una mesa de expertos con todos los estamentos de la AP representados que trabaje para desarrollar una segunda reforma que dé respuesta a todos los desafíos. Podría adquirir una estructura y alcance semejante al creado por el presidente Juanma Moreno denominado ‘Comité de expertos frente a la sequía’, que aborda ese problema a corto, medio y largo plazo, abstrayéndose de los debates políticos, compartiendo información y buscando propuestas con rigor y seriedad.

Dr. Pedro J. Navarro Merino

Presidente del Colegio de Médicos de Málaga

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