JEFE DEL SERVICIO JUBILADO EL H.R. CARLOS HAYA DE MÁLAGA:

IMPULSOR DE LA IMPLANTACIÓN DE LA ANESTESIOLOGIA EN MÁLAGA.

El pasado día 17 de mayo del 2020, falleció en Málaga (víctima del COVID-19), mi querido amigo y compañero Sigfredo Rodríguez Fernández (“Sigi”), que nació en Ciudad Rodrigo (Salamanca), donde cursó los estudios del bachillerato. Fuimos compañeros de carrera (1962-68), en la Facultad de Medicina de Salamanca, una de las 10 que había entonces en toda España, donde vivimos una universidad heterogénea y nada endogámica; finalizamos en el llamado “mayo francés del 68”. Disfrutamos de un ambiente universitario excelente, rico en iniciativas y vivencias, con abrumadora presencia de hombres sobre mujeres (en proporción en torno a 8:2) y predomino de compañeros hispanoamericanos. La docencia era irregular, teorizante y erudita, basada en la llamada “lección magistral”. La relación entre los compañeros de promoción fue muy estrecha y abierta a diferentes costumbres y culturas, de dentro y fuera de España, de manera que hemos seguido teniendo reuniones anuales lúdico-culturales, repletas de añoranzas, siempre en la bella e inigualable ciudad de Salamanca y sus proximidades. Recuerdo con especial cariño la celebración de las bodas de oro de nuestra promoción de carrera en el 2018, coincidente con el octavo centenario de la creación de la Universidad de Salamanca.

Inició su ejercicio profesional, como médico generalista, en diversos pueblos próximos a Ciudad Rodrigo. Posteriormente, se desplazó a Bilbao, para realizar la especialidad de Anestesia, en el Hospital de Basurto. Se integró en el grupo de profesionales que cambiaron las bases científico-profesionales de la especialidad (“anestesia”) hacia la llamada “anestesiología”, con papel relevante, y frecuentemente  decisivo, en actos quirúrgicos y otros (relacionados con el dolor, etc.).

En 1974, se trasladó a Málaga, donde, por su excelente formación y experiencia, llegó a ser Jefe del Servicio de Anestesia del Hospital Regional “Carlos Haya”, donde realizó una gran gestión. También se dedicó al ejercicio privado de la medicina, dentro de un grupo de anestesia moderna, dinámina, completa y muy eficiente, que él creó (conocido coloquialmente como “equipo verde”).

En estos años en Málaga hemos entablado una estrecha amistad personal y familiar: “Sigi” siempre te recordaremos como una persona trabajadora, vitalista, honesta y fiel. Junto con tu esposa Ana y tus hijos (Ruth, Gemma, Mónica y Sigi) cumpliremos tu deseo de que tus cenizas estén a “Miróbriga” (Ciudad Rodrigo). ¡Adiós amigo!.   

Alfredo Matilla (Catedrático y Jefe de Servicio de Anatomía Patológica, Jubilado. Miembro Numerario de la Academia Malagueña de Ciencias).