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Más de 600 profesionales sanitarios han emigrado en los últimos tres años para poder trabajar
Los representantes de los siete colegios profesionales sanitarios que conforman UPROSAMA (Unión Profesional Sanitaria de Málaga) han unido sus voces en la rueda de prensa que tuvo lugar en el Colegio de Enfermería de Málaga para describir la situación actual por la que están pasando sus profesiones sanitarias, alertando del aumento de la desprofesionalización y de la marcha de profesionales que por necesidad se ven obligados a irse, emigrando a otros países más de 600 profesionales sanitarios malagueños en los tres últimos años.
UPROSAMA pide a la Administración que ponga freno a esto y que aporte soluciones para que los profesionales sanitarios que se han formado aquí y que han supuesto un gran esfuerzo de años de estudio y especialización, así como económico, no tengan que marcharse fuera de nuestras fronteras para buscar un empleo de su profesión o dejar de ejercer por llevar varios años en desempleo.
UPROSAMA propone que los profesionales sanitarios no tengan periodos en blanco, es decir, que haya una alianza pública y privada de tal forma que se aumente la formación continuada para los profesionales que actualmente están trabajando pero haciendo hincapié en la actualización de formación teórico-práctica para los desempleados, pudiendo hacer esa formación en centros sanitarios en los que en un futuro puedan trabajar.
Por otro lado, UPROSAMA pide que haya más ofertas púbicas de empleo y que se mejoren los contratos actuales para que sean más estables y con una retribución digna y acorde a la categoría profesional. Asimismo, recuerdan que los colegios profesionales garantizan la calidad y seguridad de los profesionales.
Por su parte, y con respecto, a la situación que vive el Colegio de Médicos de Málaga, Juan José Sánchez Luque señaló que “en los dos últimos años los médicos malagueños que han pedido la baja para marcharse fuera de España a países como el Reino Unido, Suecia, Austria, Alemania, Austria o Emiratos Árabes, han sido 55, habiendo pedido la solicitud 99. Son datos alarmantes sobre los que hay que reflexionar y dar soluciones para pararlo y para que podamos fidelizar a los jóvenes impidiendo que emigren a otros países”.
Javier Tudela, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, dijo que “150 profesionales se han ido fuera de la provincia a trabajar, y otros 200 técnicos de farmacia también se han perdido”.
Asimismo, Juan Antonio Astorga, presidente del Colegio de Enfermería de Málaga aseguró que “el número de enfermeros que se han tenido que marchar fuera a trabajar en los últimos años asciende a 400, haciendo cada mes una media de 20/25 certificados”.
Jorge Barnés, presidente del Colegio de Podólogos de Andalucía afirmó que “en nuestra profesión tenemos un gran intrusismo por la libre circulación de profesionales europeos”. Barnés destacó la garantía que ofrecen los colegios para que los profesionales cumplan con los requisitos sanitarios, garantizando un servicio de calidad y seguro.
Francisca Ruiz, vicedecana del Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental anunció que ”la problemática que están a travesando actualmente los psicólogos sanitarios es que al haber un número muy reducido en el Sistema Público Sanitario, las opciones de trabajo se reducen al autoempleo, ONG o formación. Situación que hace que haya aumentando la desprofesionalización, el desempleo y trabajo en otros sectores. Afirmó que, como en el resto de las profesiones sanitarias, los estudiantes cada vez se están planteando más el marcharse a otros países para poder trabajar.
Para Antonio José Villalba, presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga: “Sólo Málaga tiene más clínicas veterinarias que Londres, en total 253, sobre todo por la atracción que genera la Costa del Sol, lo que hace que haya una gran competencia, abaratando tanto los precios que apenas pueden sobrevivir”.
Y por último, Juan Manuel Nieblas, vicesecretario del Colegio de Fisioterapeutas de Andalucía, dijo que “de los 1.000 colegiados que hay en Málaga, 12 tuvieron que marcharse fuera a trabajar, mientras que en 2013 aumentó a 30, casi el triple y lo peor es que es la tendencia del 2014”.