Revista Málaga 158

Viaje rumbo al amazonas

  • 02.11.2021

El doctor Ignacio Galvañ Pérez del Pulgar relata en este interesante libro sus vivencias en el viaje que le llevó hace algunos años hasta el amazonas

Dr. José Luis Jiménez Lorente

 

¿Qué le llevó a emprender este viaje, solo y casi con lo puesto?

Era mi último verano en Buenos Aires, coincidente con las Navidades. No pensaba desplazarme ese año a España por estas fechas por lo que decidí realizar este viaje por Brasil sólo, ya que un grupo de amigos que en principio iban a venir conmigo “se echó para atrás”.

Pensé que si no iba sólo me perdería ese viaje para siempre. Las tarifas aéreas eran muy buenas, por lo que era una oportunidad de oro para realizarlo. Decidí ir descubriendo cada punto del recorrido sin planificar nada, con lo cual cada día eran nuevas sensaciones. De hecho casi no llevaba ropa y la fui comprando en cada lugar, muy barata por cierto, lo que también suponía una ayuda a los comerciantes de la zona.

¿Por qué se ha decidido a publicarlo ahora, después de tanto tiempo transcurrido?

Básicamente por falta de tiempo durante todos estos años. Realmente empecé a plasmar por escrito esta aventura justo al terminar el viaje en 1989; envié a mi madre a Málaga una carta (escrita en el tradicional papel “avión”) y tardó casi tres semanas en llegar a su destino ya que era transportada por barco desde Buenos Aires. Cuando mi madre la recibió” flipó”, al ver que era una carta de 40 hojas contando gran parte de lo que aconteció en ese viaje. Esa carta estuvo guardada en un cajón durante 30 años. Decidí hacer una fotocopia para cada uno de mis dos hijos y mi mujer, y mi hijo Quique me comentó entusiasmado que le había encantado, que quería hacer por su parte algo “similar” en solitario y que tenía que publicarlo. Así que aproveché en plena pandemia para ponerme a escribir dentro de casa e inspirado por el sonido de la   música brasileña de aquellos años  (Gal Costa, Caetano Veloso, María Betania….)

Finalmente le pedí a mi hijo Quique , Fisioterapeuta, gran lector y buen escritor, que hiciera el prólogo, que es por cierto lo mejor de este libro y que merece la pena leer sobre todo si eres padre.

¿Qué sensaciones, tanto positivas como negativas si hubo de las dos, despertó en usted esta experiencia?

Prácticamente no puedo recordar casi ninguna negativa, salvo la “pérdida de documentos” el primer día y un tirón del cuello para robarme una cadena en plenos carnavales de Bahía, aunque yo lo considero como “gajes del oficio” más que como algo negativo.

Todo lo demás fue realmente positivo. En primer lugar la riqueza que te da conocer  gente al viajar sólo, ya que te obliga a mimetizarte con los nativos de la zona. Olores, sabores, el ritmo musical y sobre todo la HOSPITALIDAD del pueblo brasileño siempre con las puertas de su casa abiertas para darte lo que tenían a pesar de su pobreza. Incluso me llegaron a prestar dinero en una ocasión, que devolví un mes más tarde. No me gusta generalizar, pero cuando oigo hablar de lo peligroso que es Brasil, tengo que salir en su defensa, porque a veces el problema es nuestro y no de ellos. El que viaja es el que debe adaptarse al modo de vida del nativo y no al revés como a veces pretendemos cuando llegamos a un lugar donde piensan diferente.

¿Cambió su forma de pensar o su vida de alguna forma este viaje?

Totalmente. He viajado muchísimo desde que era adolescente, bien por ocio, por trabajo o por ciencia. Muchas veces me he movido sólo, pero ir de mochilero por el gigante de Sudamérica durante un mes y con 29 años fue una oportunidad de oro que me dio la vida para cambiar mi “chip mental”.

Ese mismo año me fui a trabajar y aprender a un hospital de Oxford y los contrastes hicieron que mi forma de pensar cambiara para siempre. Hay que salir y ver tu país desde fuera para poder apreciar lo que tienes y lo que tienen los demás. Salir de la “zona de confort” es lo que te hará abrir tu mente de una forma más clara.

Seguro que algunos compañeros, jóvenes o no tanto, han pensado en lanzarse a este tipo de aventura alguna vez en su vida. ¿Por qué les recomendaría que lo hicieran?

En estos momentos es difícil que se cumplan todas las premisas que se dieron en mi viaje. Yo estuve durante un mes casi totalmente desconectado. No había whatsapp ni correos electrónicos, ni tampoco tarjetas de crédito (en aquellos años sólo funcionaba el “cash”). Por eso en la actualidad sería difícil vivir esa experiencia tal y como se produjo.

Sin embargo si pienso y recomiendo que es útil realizar algún “parón” y emprender algo semejante para conocerte mejor a ti mismo, y a las gentes y culturas del lugar que has decidido visitar. No creo que se trate de forzar estos viajes pero si estar abiertos a que fluyan si surge la ocasión. Si pasa el tren alguna vez si recomiendo que lo cojáis, pues merece la pena.

Ha decidido donar los beneficios de la venta a una ONG, ¿a cual y por qué motivo?

En principio ni siquiera pensaba ponerlo a la venta, sino únicamente editarlo y regalarlo a amigos o familia. Sin embargo alguien que comenzó leyendo el prólogo de mi hijo me aconsejó que sólo por eso merecía la pena ponerlo a la venta por lo que intenté meterme en el “pellejo” de un escritor que necesitase vender un libro para vivir de él. Y ya posteriormente pensé en donar todo lo que pueda sacar con la venta a alguien que lo necesite. En junio de 2020 pensaba ir a Malawi con “Dermalawi” que es un proyecto de una Dermatóloga de Madrid (Cristina Galván pero se demoró por razones Covid. Los beneficios irán destinados a esta asociación porque pienso que puede ser bonito ayudar a uno de los países más pobres del Mundo, como es Malawi.

El libro está a la venta en la Librería Prometeo, que además también sufrió un incendio que les hizo tambalearse del que viene recuperándose también poco a poco. Igualmente estará a la venta en la librería de viajes de calle Compañía (Mapas y Compañía), experta en viajes y aventuras

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