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El Colegio, presente en el V Congreso de Cooperación Internacional de la OMC

  • 10.11.2025

El V Congreso de Cooperación Internacional de la Organización Médica Colegial (OMC) concluye con una Declaración final en la que profesionales sanitarios, cooperantes y representantes de organizaciones humanitarias reclaman una cooperación más ética, descolonizada y centrada en los derechos de la infancia y la adolescencia. Al mismo acude la Dra. Dulce Morón, miembro de la Junta Directiva del Colegio de Médicos de Málaga.

El documento defiende que la salud es un derecho humano universal, no un privilegio, y llama a situar a las comunidades locales y a la niñez como protagonistas del cambio social, apostando por una cooperación basada en la formación, la ética, la equidad de género y la justicia climática.

La Declaración denuncia el uso instrumental de la infancia en campañas mediáticas, exige tolerancia cero frente a la violencia y la explotación, y subraya la importancia de la salud mental, la educación y la tecnología al servicio de las personas como pilares de una cooperación verdaderamente transformadora.

En representación del Colegio de Médicos de Málaga acudió la Dra. Dulce Morón (primera por la derecha en la imagen), miembro de la Junta Directiva. Asimismo, el Colegio tiene una Escuela de Voluntariado y Cooperación, liderada por la Dra. Lola Luque.

Declaración de Donostia – San Sebastián “Sembrando el futuro: infancia y adolescencia en la cooperación al desarrollo”

  1. Derecho a la salud y a la vida digna

Pedimos que la salud sea reconocida y garantizada como un derecho humano universal, no como un privilegio ni una mercancía. Toda niña, niño y adolescente tiene derecho a una atención integral, accesible, equitativa y de calidad, que proteja su cuerpo, su mente y su espíritu.

Creemos que la cooperación internacional debe priorizar la salud infantil y adolescente en sus políticas, presupuestos y acciones.

  1. Descolonizar la cooperación

No queremos seguir perpetuando los modelos de cooperación verticales, paternalistas y eurocéntricos que perpetúan desigualdades. Reivindicamos una cooperación descolonizada, basada en el respeto, la horizontalidad y la escucha activa de las comunidades locales.

Las verdaderas protagonistas deben ser las personas y organizaciones locales: quienes viven, sufren y transforman su realidad. Los sanitarios no somos salvadores ni portadores de verdades categóricas.

  1. Educación como herramienta de transformación

Defendemos la educación pública, inclusiva y de calidad como una herramienta de emancipación y como una auténtica “arma de construcción masiva”.

La cooperación debe garantizar el acceso equitativo a la formación, eliminar las barreras económicas, de género, geográficas o culturales, para así garantizar una protección eficaz a la infancia en contextos de guerra, desplazamiento o crisis.

  1. Ética, comunicación y poder

Rechazamos el uso de la imagen de la infancia y adolescencia como reclamo emocional o publicitario.

La comunicación en cooperación debe ser ética, veraz y respetuosa. Las niñas, niños y adolescentes no son instrumentos de compasión ni instrumentos de marketing, sino sujetos de derechos con voz propia.

Exigimos transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en toda acción y mensaje que les concierna.

  1. Ciencia, tecnología y justicia social

Promovemos la investigación de enfermedades olvidadas y el uso de la inteligencia artificial y la innovación tecnológica al servicio de las personas, no del mercado.

La tecnología debe reducir brechas, no ampliarlas; debe fortalecer la soberanía sanitaria local y garantizar acceso universal al conocimiento.

  1. Protección frente a la violencia, el abuso y la explotación

Exigimos tolerancia cero frente a toda forma de violencia física, psicológica, sexual o estructural contra la infancia y la adolescencia.

Reclamamos la creación de protocolos eficaces de prevención, denuncia y reparación, y la capacitación de todas las personas cooperantes en ética, seguridad y derechos humanos.

  1. Salud mental y resiliencia

La salud mental es un derecho, no un lujo.

Reivindicamos la implementación de programas psicosociales y de acompañamiento emocional que fortalezcan la resiliencia individual y comunitaria, especialmente en contextos de pobreza, guerra, migración y pérdida.

  1. Niñas, niños y adolescentes como protagonistas del cambio

No hablamos “por” ellas y ellos: hablamos con ellas y ellos.

Reivindicamos su derecho a participar activamente en todas las decisiones que afecten sus vidas, a ser escuchadas y escuchados, y a ser reconocidos como agentes transformadores de la sociedad y de la cooperación internacional.

  1. Cooperación ética, profesional y transformadora

Defendemos una cooperación basada en la formación, la competencia y la humildad.

No basta con la buena voluntad: se requiere preparación, ética y respeto.

Rechazamos el “volunturismo”, la improvisación y el uso de la cooperación como experiencia personal sin impacto real. La excelencia también es justicia.

  1. Compromiso con la equidad de género y la justicia climática

La salud de la infancia comienza con la salud y los derechos de las mujeres.

Reivindicamos el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, la erradicación de la violencia machista, el matrimonio forzoso y la mutilación genital femenina.

 

 

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