El tratamiento de heridas implica comprender la etiología y fisiopatología de una herida, el proceso de curación y la mejor manera de tratar ambos.

Las heridas agudas pueden ocurrir repentinamente, como quemaduras y desgarros de la piel.

Las heridas crónicas no logran avanzar a través de las etapas normales de curación y pueden incluir úlceras, lesiones por presión y heridas infectadas.

Los apósitos y vendajes proporcionan el entorno óptimo para la curación de todo tipo de heridas.

Es importante que los profesionales de la salud comprendan las diferencias clave en sus propiedades, usos y precauciones.

Seleccionar el apósito o vendaje ideal puede minimizar la duración de la curación, reducir la carga biológica y mejorar la calidad de vida del paciente.

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