La cirrosis es una afección que se produce como respuesta al daño hepático.

Se caracteriza, a nivel celular, por la distorsión de la estructura normal del hígado en nódulos de tejido hepático rodeados de fibrosis.

Por lo general, pasan varios años antes de que el daño hepático se convierta en cirrosis.

Aproximadamente del 10% al 20% de las personas con 1 de las 3 enfermedades hepáticas crónicas más comunes (enfermedad del hígado graso no alcohólico, enfermedad hepática relacionada con el alcohol y hepatitis viral crónica) desarrollan cirrosis en un período de 10 a 20 años.

Aunque las personas pueden tener signos físicos de cirrosis o sus complicaciones, como ictericia, hinchazón abdominal debido a ascitis, atrofia muscular, agrandamiento del tejido mamario masculino y atrofia testicular, la identificación clínica de la cirrosis es imperfecta, especialmente en personas con enfermedad compensada.

Además, Las personas ingresadas en hospitales con enfermedad hepática en Inglaterra en 2012 tenían más probabilidades de morir en comparación con las admisiones por todas las causas (8,8% frente a 1,4%).

Casi la mitad de los ingresos por enfermedades hepáticas fueron por enfermedades hepáticas relacionadas con el alcohol y el 12,3% de estos ingresos resultaron en muerte.

Los episodios de ingreso finalizado con un diagnóstico primario de cirrosis en los hospitales del NHS ingleses aumentaron de 3.783 en 2005 a 2006 a 5.621 en 2014 a 2015 (un aumento del 48,6%).

En consecuencia, el Director Médico ha identificado la enfermedad hepática como uno de los problemas clave para la salud en Inglaterra porque es la única causa importante de mortalidad y morbilidad que está en aumento.

Esta guía ofrece consejos de mejores prácticas sobre el diagnóstico y tratamiento de cirrosis sospechada o confirmada en personas de 16 años o más.

Las causas de la cirrosis en niños y jóvenes generalmente son diferentes a las de los adultos (por ejemplo, atresia biliar), y el diagnóstico y tratamiento de estas afecciones es diferente.

Sin embargo, las recomendaciones pueden ser útiles para los médicos que atienden a jóvenes que hacen la transición a esta vía de atención cuando cumplen 16 años.

Esta guía está dirigida a los médicos de atención primaria y secundaria encargada por el NHS.

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