La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) se ha convertido en la enfermedad hepática crónica más común en todo el mundo.

Aunque la NAFLD está estrechamente relacionada con la obesidad y la diabetes tipo 2, esta enfermedad hepática también afecta a personas que no padecen obesidad.

La NAFLD aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales crónicas y ciertos cánceres extrahepáticos.

Actualmente no existe ninguna farmacoterapia autorizada para la NAFLD, a pesar de numerosos ensayos clínicos realizados en las últimas dos décadas. No se comprende completamente la razón por la que tan pocos medicamentos han tenido éxito en el tratamiento de la NAFLD en un entorno de prueba.

Como la enfermedad cardiovascular es la causa predominante de mortalidad en personas con NAFLD, las farmacoterapias futuras para NAFLD deben considerar los factores de riesgo cardiometabólico asociados.

El uso exitoso de fármacos hipoglucemiantes en el tratamiento de la diabetes tipo 2 en pacientes con NAFLD indica que esta estrategia es importante y que vale la pena desarrollarla más.

Se necesita una mayor conciencia pública sobre la NAFLD porque la colaboración entre todas las partes interesadas es vital para permitir un enfoque holístico para un tratamiento exitoso. 

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