Revista Málaga 156
Entrevista Rocío Lorenzo
Entrevista Rocío Lorenzo Álvarez
- Médico, enfermera y antropóloga ¿Puede elegir entre una de ellas?
Es una pregunta muy difícil, realmente creo que no podría elegir una de ellas, pues al fin y al cabo todas influyen en la demás. Sin duda, soy la médica que soy ahora por haber sido antes enfermera. Si volviera a empezar, lo haría exactamente igual.
- ¿Cuándo decidió que quería ser médico?
Bueno, desde pequeña tenía claro que quería estar al servicio de los demás, al principio pensé que sería veterinaria, pero mi hermana gemela me dijo que también tendría curar serpientes y eso no me gustó, por lo que finalmente me dediqué a los humanos… El hecho de no tener un trabajo continuo de enfermera me motivó para seguir estudiando, y finalmente me decidí a hacer medicina.
- Cómo médico, ¿cómo ha vivido esta pandemia?
Pues supongo que, como todos mis compañeros, con mucho miedo. Desbordados de trabajo, y con mucho miedo de ver lo que estaba pasando a nuestro alrededor. Mi miedo fundamental era contagiarme y contagiar a mi marido. Miedo de que les pasara algo a mis familiares y seres queridos… en definitiva miedo. Y mucho sufrimiento de ver morir a los pacientes de una forma tan deshumanizada y triste. Ya no solo es el cansancio del trabajo, es el dolor que te llevas en el alma.
- Y ¿cómo ciudadana?
Como ciudadana he tratado de dar el máximo ejemplo, no he visto a nadie, ni he hecho nada hasta que se levantaron las restrincciones del estado de alarma. Básicamente iba a trabajar y a hacer la compra una vez cada 10 o 15 días. Y en verano, sin apenas restricciones, he sido muy cuidadosa a la hora de quedar con gente pues siempre he sentido que tenemos mucho en juego. Y creo que ahora es le momento de volver a demostrar mi responsabilidad, así que celebraré la Navidad en casita, con mi marido. Y si algún día puedo ver a mis padres, será a medio día en exterior, con distancia de seguridad y mascarilla. Nada de reuniones en casa. Sacrificar una navidad por todas las demás… tampoco es para tanto.
- ¿Qué hemos aprendido de esta pandemia?
Pensaba al principio que esto nos cambiaría la forma de ver la vida, que valoraríamos lo realmente importante y que esta pandemia ha puesto en jaque. A día de hoy, no puedo decir que a nivel general se haya aprendido nada, porque el comportamiento de la población está demostrando que hemos aprendido bien poco de todo este sufrimiento. Me consuela ver cómo algunos de los más cercanos si han aprendido algo… aunque no todos.
- Conocerá colegas que se forman en España y luego emigran a otros países ¿Cómo podemos evitarlo?
Creo que es fundamental que el estado se conciencie de que hay que mejorar las condiciones de trabajo, y no solo los contratos sino también la remuneración. Salvando el estado de pandemia en el que vivimos, estamos globalizados, te puedes mover de una punta del mundo en avión, y a unos cuantos miles de kilómetros y tan solo 3 horas de avión te pagan el triple y te dan estabilidad…. En Europa no son tontos, saben que España forma sanitarios de máxima calidad y sabe que para cuidarlos hay que darles estabilidad laboral y reconocimiento. Cosa que en España hace mucho tiempo que no tenemos.
- Está muy comprometida con la formación de otros jóvenes ¿Cómo debemos motivarlos a la hora de ejercer la medicina?
Participar en la formación es imprescindible, debo devolver lo que yo he recibido y transmitir lo que sé a lo que vienen detrás, son el germen de la sociedad, los nuevos médicos y enfermeros, debemos transmitirle conocimiento y pasión, pasión por ejercer la profesión más bonita del mundo.
- ¿Cómo mejoraría la situación de la Atención Primaria en Andalucía?
Bueno, esta pregunta está muy ligada a la anterior. La Atención Primaria necesita recursos humanos principalmente, necesita médicos, enfermeros… y buenas condiciones laborales. La Atención Primaria es la puerta de entrada al sistema, hay que valorarla y reconocer el importantísimo trabajo que realiza.
- ¿Qué ha supuesto recibir este premio?
Una auténtica alegría, en un año tan triste, donde todo lo que nos ha rodeado ha sido un drama, recibir un premio así es un chute de alegría y de adrenalina. Y también es un reconocimiento a muchos años de entrega y sacrificio. Le doy un valor muy importante, porque a diferencia de un deportista que se mide cada día consigo mismo para llegar a las olimpiadas. y ganar, yo he hecho mi residencia lo mejor que podido, contando siempre con el apoyo de mi tutor, y terminar y que te digan: “lo has hecho muy bien” es una auténtica alegría. Y como no, es también una responsabilidad, ahora debo mantener el “listón” y debo seguir formándome para dar a mis pacientes lo mejor.
- ¿A quién se lo dedica?
Como dije en el discurso de entrega, este premio lleva muchos nombres, el de mi familia: mis padres y mis hermanos que son un pilar esencial en mi vida. El de mi marido, mi Sendra que es mi refugio, mi apoyo constante en todas y cada una de mis decisiones. Mis amigos que han estado todo este tiempo a mi lado, y que se han alegrado tanto por mi al recibir este premio. Pero fundamentalmente lleva el nombre de mi tutor, mi tutorcito Andrés Ruz Montes. Estoy convencida de que sin él esto no habría sido posible, porque ha sido un antes y un después en mi vida personal y profesional. Y desde aquí, una vez más le doy las gracias.
- Su próximo reto…
Ahora mismo sobrevivir a esta situación maldita que tenemos encima, y que sobrevivan por supuesto todos los míos… y después me gustaría ser mamá. Creo que es el momento de empezar a pensar en formar una familia.