Revista Málaga 158

La musicoterapia como tratamiento complementario de las enfermedades neurodegenerativas

  • 02.11.2021

La Dra. Natalia García Casares es Neuróloga. Realizó la especialidad en el Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga y estancias en los Hospitales King´s College y Queen Square Londres, especializándose en Cognición, Demencias y Neuroimagen funcional. Actualmente es profesora de Neurología en el Departamento de Medicina y Dermatología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Málaga. Desarrolla su actividad investigadora en el Centro de Investigaciones médico Sanitarias (CIMES) de la Universidad de Málaga y pertenece al Instituto de investigación Biomédica de Málaga (IBIMA).

Además, tiene el Grado Superior de Violonchelo por el Conservatorio Superior de Música de Málaga. Así, la Dra. García decidió relacionar la aplicación de la música con la neurología y nos habla sobre cómo la musicoterapia como tratamiento complementario de las enfermedades neurodegenerativas.

Alba Decena Giménez

¿Cuándo surgió su vocación por la medicina y por la música?

La medicina es, sin duda, una vocación que en mi caso viene de familia; sin embargo, la pasión por la música va más allá. Me he criado en un ambiente familiar muy musical dónde mis padres nos inculcaron el amor por la música desde pequeñas, tanto a mis dos hermanas como mí. Las tres nos iniciamos formando el trío Lunare de violín piano y violonchelo.  La relación de un músico con su instrumento y con la música en general, se empieza a forjar desde pequeño. Es un vínculo más bien espiritual. Creo que darle una educación musical a un niño es brindarle de oportunidades en muchos aspectos para su desarrollo futuro como ser humano.

¿Cómo decidió relacionar la aplicación de la música con la Neurología?

Desde mis pasos como Residente en el Hospital Clínico de Málaga comencé a interesarme por la neurociencia musical, que es una disciplina relativamente reciente. El procesamiento de la música en el cerebro se está empezando a comprender, aunque todavía nos queda mucho por aprender. Gracias a las nuevas tecnologías como la resonancia magnética funcional, podemos ver qué áreas se activan cuando un violinista toca el violín, por ejemplo. Nuestro cerebro es musical por naturaleza y todos nacemos con una red cerebral musical integrada y relacionada íntimamente con otras redes cerebrales como las de la memoria, el lenguaje, las motoras o las que controlan emociones. Esta red innata musical no es casual, tiene su rol dentro de la evolución humana, por ejemplo, para favorecer el desarrollo del lenguaje, y por ello puede ser una vía de acceso a otras regiones cerebrales y así rehabilitarlas con musicoterapia en el caso de patologías.

Además de neuróloga, música e investigadora, es colaboradora habitual en RNE donde difunde curiosidades sobre el cerebro, la neurología y la música en el programa Longitud de Onda de radio Clásica ¿Cómo comenzó su colaboración con RNE?

Longitud de Onda es un programa fantástico, divertido y de actualidad que combina conocimientos sobre ciencia y música. Los directores, Fernando Blázquez y Yolanda Criado, pueden tratar temas tan interesantes y sorprendentes como los sonidos de diferentes tipos de rana hasta los sonidos que emite la NASA en el espacio. En principio mi colaboración fue puntual al invitarme para difundir unos estudios que habíamos publicado sobre “cerebro y música”. A partir de ahí me propusieron ser colaboradora como experta de esta línea una vez al mes. Además de ser ilusionante y un privilegio poder colaborar con Radio Clásica, que llevo escuchando desde que tengo uso de razón, me pareció una gran oportunidad para divulgar el poder tan maravilloso que tiene la música como terapia y así ayudar a tantas personas.

¿Qué beneficios puede tener la musicoterapia en los pacientes con enfermedades neurodegenerativas (Enfermedad de Alzhéimer, Párkinson, etc.)?

Hay evidencia científica que ha demostrado como los ritmos de una marcha pueden de forma inmediata sacar a un paciente con Parkinson de su estado de bloqueo; que la música emotiva para un paciente con Alzheimer le pueda volver a recordar a un familiar que ya no reconocía; que una sonata de Mozart puede reducir las descargas epilépticas, las crisis de migraña; o que un paciente con afasia postictus acceda a palabras a través de la musicoterapia dirigi absoluto es cafsun paciente con afasia acceda a una palabra a travia sus recuerdos; que una sonata de mozarúsica. Estos beneficios se hacen extensibles a otras tantas patologías como la depresión, la ansiedad o el insomnio. Aunque no sólo la escucha pasiva, sino una musicoterapia activa mediante el canto, el baile o la ejecución instrumental también demuestra sus beneficios. Los niños con déficit de atención mejoran su puntuación en los test cognitivos cuando tocan instrumentos. Por otro lado, el rol neuroprotector y preventivo de la música frente al deterioro cognitivo o como medida antienvejecimiento, también se ha demostrado.

¿Es la metodología de la musicoterapia aplicada en los pacientes con enfermedades degenerativas algo general o hay que desarrollarla de manera particular con cada paciente?

La musicoterapia en absoluto es café para todos y debe ser a la carta. Cada persona conoce qué melodías son las que le mueven el alma y le producen emociones tanto positivas como negativas, por lo que además de otras características que debe tener la música escogida para rehabilitar (como el ritmo, tono o timbre), la emoción que siente la persona al escucharla o interpretarla es clave para tener una mejor respuesta.

¿Cuáles son las medidas de acción concretas recomendadas para algunos de los principales trastornos neurodegenerativos como el alzhéimer, el párkinson entre otros?

La musicoterapia siempre será complementaria y nunca sustitutiva a los tratamiento farmacológicos, y la respuesta suele ser transitoria. En cualquier caso, es una terapia inocua, sin efectos secundarios, y accesible a cualquier persona. Sería estupendo si los médicos pudiéramos recetar melodías, canciones, sonatas o sinfonías.  Lo que se desconoce en general, es cuánto y cómo implementarla ya que los estudios que se realizan son muy variados en cuanto a metodología, por lo que se necesita que se siga investigando mucho más en este campo.

 

 

 

 

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