Revista Málaga 156
El secreto profesional a debate: errores más frecuentes
Dr. José Luis Jiménez Lorente
Hablamos con el Dr. Fernando Salgado Ordoñez, médico internista en el Hospital Regional Universitario de Málaga (Carlos Haya), que coordinó una encuesta realizada a la colegiación a la colegiación para saber el grado de conocimiento de los profesionales sobre el secreto profesional -al que estamos obligados, en qué circunstancias lo incumplimos, aunque sea sin mala fe, y de términos más o menos desconocidos como el de “confidente necesario”.
Dr. Salgado, ¿cuáles fueron los principales motivos que le llevaron a realizar esta encuesta?
Fue un poco de forma accidental, a raíz de tener conocimiento sobre vulneraciones o incidentes cometidos en el puesto de trabajo, no ya desde un punto de vista rotundamente legalista sino desde la perspectiva diaria del clínico de a pie. Tuve la oportunidad de participar en un curso sobre aspectos médico legales en el que estaba incluido el secreto profesional y que me facilitó ver cómo hacíamos las cosas realmente en este terreno, cómo manejábamos los datos confidenciales de nuestros pacientes y si estábamos al corriente de las normas legales al respecto. Esto me dio la idea de desarrollar esta encuesta, que ha tenido una gran acogida y de la que hemos obtenido datos muy interesantes.
Comenta en la encuesta que no tenemos suficiente conocimiento sobre esta problemática, ¿es así?
Sí, uno de los resultados más llamativos es que algo más de la mitad de los encuestados creen dominar el tema pero al mismo tiempo más de un 60% reconoce no haberse leído la última ley promulgada. Además, cuando se les interpelaba sobre elementos más específicos, como el de confidente necesario (una figura clave en la Ley de Protección de Datos), casi dos tercios de los participantes no sabían exactamente a que hacia referencia esta figura.
¿Qué ha cambiado en líneas generales con la nueva Ley de Protección de Datos de 2018?
Es una ley desde mi punto de vista más restrictiva. Si no recuerdo mal creo que hay penas de hasta seis años de cárcel en función del tipo de vulneración y de la intencionalidad, además por supuesto de la inhabilitación profesional. Los datos de salud son altamente sensibles y tienen una mayor protección por lo que hay que tratarlos con más cuidado
Aclárenos qué es esto del confidente necesario
Se tipifica como todo aquel cuya participación es imprescindible para el cuidado del paciente, todos los profesionales implicados y que por tanto disponen de información sobre dicho paciente. Y no solo abarca al personal sanitario que trata al enfermo sino también por ejemplo a una auxiliar administrativa si su concurso es fundamental para obtener una determinada información
¿Cómo nos afecta el uso de las nuevas tecnologías?
El manejo de la tecnología actual nos obliga a tener una perspectiva diferente. Tenemos que ser conscientes de lo que puede suponer compartir nuestras claves de acceso al ordenador o simplemente dejarlo encendido fuera de nuestra presencia. Por no hablar de la posibilidad de que podemos ser pirateados si compartimos información privada a través de redes o dispositivos móviles. Tenemos que conocer bien cómo manejar los datos de nuestros pacientes.
Otro ejemplo de posible mal uso es cuando compartimos con nuestros dispositivos móviles lo que nos parece “un caso interesante” o un simple informe analítico. Tenemos que saber que esa información puede ser fácilmente pirateable si no está lo suficientemente encriptada. Nuestro móvil es nuestro y la responsabilidad por tanto también.
¿Puede ponernos algunos ejemplos corrientes de vulneración de secreto en el que esté descartada la mala fe del profesional?
Una de las cosas que hemos preguntado en la encuesta es si por ser médicos pensábamos que podíamos tener derecho a cualquier información a la que tengamos acceso; de hecho a través de la historia digital podemos consultar miles de datos de usuarios. Hasta un 25% de los encuestados manifestaron creer que si tenían derecho a acceder a estos datos a través de su clave digital, cuando en realidad no puede hacerse sin solicitar permiso del interesado
Otro 25% manifestó que cuando querían obtener información de un paciente (por ejemplo si lo habían tratado antes o se trataba de algún conocido o familiar) preguntaban directamente a un compañero, lo cual tampoco puede hacerse sin permiso aunque no se haga con mala fe. Para entenderlo bastaría con ponernos en el caso contrario y cualquier profesional pudiera consultar nuestro historial médico.
Me viene a la cabeza otra situación en la que no solemos caer y es cuando comentamos con los compañeros el caso de algún paciente en un ascensor o en la cafetería estando rodeados de gente extraña y aportando datos que pudieran servir para identificarlo. Sin quererlo estamos vulnerando el secreto profesional y puede tener consecuencias.
Entonces, ¿no podemos consultar la historia de un paciente que no sea de nuestro cupo?
No, cuando no tenemos relación profesional con ese paciente no debemos acceder a su historial sin su consentimiento explícito, salvo que se trate de una situación de urgencia en la que necesitamos conocer los datos de dicho usuario. Es una práctica que tenemos que ir desterrando porque no es legal y puede causarnos algún disgusto.
Como norma básica, cuando nos encontremos en una situación de este tipo debemos preguntarnos para qué queremos acceder a la historia de ese paciente que no es de nuestro cupo y si no hay una relación profesional o no somos confidentes necesarios creo que debemos desistir sin su permiso.
¿Tendrá continuidad esta labor de dar a conocer a los compañeros como guardar correctamente el secreto profesional?
Sí, primero queremos llevar a cabo desde nuestro Colegio una actividad formativa para lo cual hemos invitado a una experta española de la Agencia de Protección de Datos. Será una mesa de debate con otros expertos con un claro objetivo didáctico a través de situaciones concretas en las que se puede vulnerar el secreto profesional y su correspondiente abordaje. No queremos un curso de legislación puro y duro sino algo con ejemplos prácticos de nuestro día a día.
Por otro lado, la encuesta que hemos hecho la entendemos como una experiencia piloto en Málaga pero queremos extenderla a nivel nacional con la colaboración de la OMC, ampliándola a todas las especialidades y corrigiendo una serie de sesgos que hemos detectado.