La diabetes mellitus gestacional (DMG), es decir, la hiperglucemia diagnosticada por primera vez durante el embarazo, se asocia con un mayor riesgo de resultados perinatales adversos.

La DMG está asociada con la enfermedad cardiometabólica, incluida la diabetes tipo 2 (DT2) y la enfermedad cardiovascular (ECV) en la persona embarazada afectada y el feto expuesto.

En 2020, la DMG se produjo en casi 1 de cada 8 embarazos en los EE. UU., con tasas aún más altas entre las personas que se identificaron como indios americanos o no hispanos asiáticos/isleños del Pacífico, aquellos con obesidad y aquellos de 35 años o más en el momento del parto.

La tasa estandarizada por edad de DMG en el primer nacimiento vivo ha aumentado de 47,6 a 63,5 por cada 1000 nacidos vivos de 2011 a 2019 en los EE. UU., con nuevos aumentos documentados durante la pandemia de COVID-19.

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