Revista Málaga 156

Dr. Antonio Martínez Valverde

  • 31.03.2021

Ha fallecido el Prof. A. Martínez Valverde.

El Prof. A. Martínez Valverde vivió para la Pediatría. Llega a Málaga para ser Jefe de Departamento de Pediatría, Catedrático de Pediatría y Director de la Escuela de Puericultura.

Brendan dijo: «siempre debemos mantener, dentro de nosotros, la posibilidad del cambio, nunca debemos ser prisioneros de las decisiones del pasado», y el Prof. Martinez Valverde siguió al pie de la letra estos consejos, ya que no sólo mantuvo la posibilidad del cambio, sino que lo hizo realidad en su especialidad, y lo digo con conocimiento de causa, porque fui testigo, durante muchos años, de cómo la pediatría fue cambiando al ritmo que él marcaba.

Vino a Málaga en el año 75, en donde la pediatría dejaba mucho que desear. En poco tiempo consiguió que la Cátedra y el Departamento de Pediatría tuviese una intensa actividad científica, con participación en Congresos, (Organizó el XX Congreso Extraordinario Español de Pediatría), Reuniones, Organizaciones de Cursos, Sesiones científicas, Cursos monográficos, etc. y una intensa Actividad Asistencial, consiguiendo poner al Hospital Materno Infantil de Málaga, al  nivel de los más prestigioso de nuestro País.

Don Antonio fue un Docente con grandes cualidades para enseñar: Síntesis, Asimilación fácil de los progresos verdaderos, adaptación al auditorio discente y sobre todo, una envidiable claridad en la expresión oral y escrita. Fue solicitado para exponer sus conocimientos en Cursos, Ponencias, Conferencias y en múltiples  Reuniones y Congresos Nacionales y Extranjeros.

Tuvo una intensa actividad Investigadora, (siguiendo a Alvarado, nos decía que se puede investigar sin bata). Abrió numerosas líneas de Investigación. Inició en España el screening, junto al Prof. Mayor Zaragoza, de los errores congénitos del metabolismo, y enarboló la bandera del Ácido fólico en las gestantes, como prevención de las malformaciones fetales del raquis. (Estas 2 últimas con gran repercusión científica y social).

Málaga tiene una deuda con su persona, pues su intensidad y continuidad en el trabajo, la dedicación a la labor docente, investigadora y asistencial y el deseo de transmitir a los demás sus conocimientos, puso a la Pediatría Malagueña en lo más alto, con verdadera influencia en el resto de la Pediatría española.

Ud. nos decía con frecuencia, os enseñé a volar y habéis volado más alto que yo.    No don Antonio, me duele decirlo, porque sé que no ha tenido la satisfacción, que Ud. deseaba, de ser superado por algunos de nosotros.    Y eso es lógico que no haya ocurrido, porque usted fue una persona excepcional en todos los sentidos, trabajador incansable, rebosó humanidad y humildad, con una gran formación médica y una exquisita formación pediátrica, fue Ud. un gran Docente, un buen investigador y sobre todo un grandísimo Clínico,  fue usted un verdadero Maestro que creó Escuela.   Maestro con mayúscula en todo el sentido de la palabra.

Muchísimas gracias don Antonio porque fue, mi gran maestro, mi gran apoyo y mi gran amigo.

Descanse ya con Dora, su querida esposa. El Señor le premiará, pues ha multiplicado los talentos que Él le dio para que lo gestionara aquí en la tierra.

Dr. Manuel García del Río

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