La comunicación eficaz entre el paciente y el médico es una función central del encuentro médico.

En una encuesta de sobrevivientes de cáncer, los fallos de comunicación identificados con mayor frecuencia por los encuestados fueron fallos en el intercambio de información, tanto en la información proporcionada por el médico (p. ej., demasiado compleja, no suficiente) como en la falta de información del paciente o en la incapacidad de obtenerla.

Estos fracasos pueden ser médicamente significativos y afectar el cumplimiento de la prevención, la detección y el tratamiento; socavar la relación médico-paciente; creciente ansiedad y confusión; exacerbar las disparidades en salud; y aceptar información médica engañosa, incompleta o falsa de fuentes mal informadas.

Los médicos tienen cuatro responsabilidades comunicativas para garantizar una comprensión compartida y precisa con sus pacientes: (1) descubrir lo que el paciente entiende y por qué, (2) proporcionar información precisa de una manera comprensible, (3) promover la credibilidad de la información y (4) verificar la comprensión compartida.

La tabla proporciona ejemplos específicos de lo que los médicos pueden (y no deben) hacer para lograr estos objetivos.

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