Revista Málaga, Revista Málaga 156
El Colegio de Médicos de Málaga premia a la juventud
Conversamos las colegiadas premiadas con el ‘Premio Fin de Residencia*’ del Colegio de Médicos, Dra. Andrea Sánchez y Dra. Julia Cobos y con el premiado a la ‘Mejor Comunicación**’, Dr. Antonio Aurelio Rojas, para conocer la raíz de su vocación y sus planes de futuro.
¿Qué es lo que hizo que quisiera estudiar medicina?
Andrea Sánchez (A.S.): Desde que tengo uso de consciencia, he querido ser médico… me gustaba ir al pediatra y que me dieran “el palito”, que me mirara, que me escuchara, que me preguntara… Pero, sobre todo, supe que quería ser médico cuándo en mi familia hubo enfermedades, con las que me crie, conviví y crecí… Cuando veía el médico entrar en mi casa, todos lo miraban fijamente, entraba un silencio en casa, que hacía que mi atención fuera expresamente a él, a lo que decía, a lo que hacía, era tal admiración la que sentía a esta persona que, todos decían, que nos iba a cuidar, atender y salvar la vida, que en mi mente siempre estuvo esa idea… yo quiero ser como él.
Julia Cobos (J.C.): La carrera de medicina es una carrera completamente vocacional, de larga duración y que requiere un gran esfuerzo y responsabilidad. Siempre he tenido una necesidad imperiosa de ayudar al prójimo, al que más lo necesita. Desde pequeña tenía muy claro que quería estudia medicina, y aunque el camino no ha sido fácil, lo volvería a elegir una y mil veces más.
Antonio Aurelio Rojas (A.R.): Mi madre siempre me ha inspirado y motivado al respecto, por ello desde pequeño he sido muy curioso con las ciencias de la naturaleza y el ser humano. Recuerdo en mis primeros años a mi madre estudiar el MIR conmigo al lado e imagino que alguna huella debió dejar en mí. Ella siempre me animó a estudiar medicina, sobre todo cuando en el momento de elegir tuve dudas al respecto. A día de hoy nunca podré agradecer suficiente a mi madre la Dra. Encarnación Sánchez Buzón que yo haya llegado aquí como persona y como médico.
¿Cómo han sido sus años de formación? ¿Qué destacaría de ellos?
(A.S.): Mi formación ha sido en el Hospital Clínico de Málaga por la razón más simple que es la cercanía, el trato y el conocimiento desde la Universidad como alumna a este hospital, veía a los internistas como “los que sabían la medicina”, los que trataban al paciente día a día en toda su plenitud, no atendían a la necesidad psicológica, ni a una dolencia física específica, sino al paciente completo, con sus problemas físicos, psíquicos e internos, y ¿qué pasaba cuando otras especialidades no averiguaban lo que le ocurría, o se mezclaban adversidades? Allí aparecía el internista, recordando las palabras de mi abuela: “el médico del hospital”.
(J.C.): Han sido unos cuatro años que han pasado de forma rápida e intensa. Unos años donde he crecido personal y profesionalmente. El sacrificio y la satisfacción personal de haber alcanzado mi sueño.
(A.R.): Estudié medicina en la Facultad de Medicina de Málaga de la que tengo gratos recuerdos, y realicé mi formación como médico interno residente en Cardiología en el Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Simplemente los describiría como los mejores años de mi vida, es el sueño alcanzado de cualquier estudiante de medicina que culmina la carrera, realiza el examen MIR y finalmente puede acabar su formación especializada ayudando a personas, que es el fundamento de nuestra profesión médica.
La formación médica es una montaña rusa de altibajos emocionales, dura a nivel de estudio y trabajo, pero a la vez reconfortante al recoger el fruto del mismo, y ver como pacientes y compañeros confían en ti y en tu labor. Durante tu formación como especialista conoces a gente fantástica a nivel personal y profesional.
Es una gran suerte para mi haberme impregnado de todos ellos, al final tu formación médica depende de pequeños fragmentos humanos que te aporta cada compañero y que vas adquiriendo a lo largo de los años sumando a tu estudio personal. Creo que la formación de un médico nunca acaba, por eso es una suerte poder seguir trabajando en equipo con los mismos compañeros de los que he aprendido todos estos años.
¿Por qué decidió presentarse a este premio? ¿Qué ha supuesto para usted este reconocimiento?
(A.S.): Porque creo que es un reconocimiento global a la formación, al trabajo realizado durante 5 años, al reconocimiento, no solo como médico residente, sino al servicio donde he trabajado, donde me he formado y a todos aquellos participantes de mi formación, que, sin ellos, no hubiera sido posible llegar a donde estoy.
(J.C.): Cuando recibí el correo del colegio de médicos pensé: “¿por qué no hacerlo?”. Para mí el haber obtenido este premio representa un reconocimiento personal al trabajo realizado en estos cuatro años. Ha supuesto una recompensa a mi esfuerzo y sacrificio realizado, no solo en el hospital sino también en mi tiempo libre, ya que he dedicado buen parte a estudiar, escribir publicaciones, comunicaciones, asistir a congresos, cursos y a completar mi formación.
(A.R.): Decidí presentarme a este premio porque creo que es importante buscar reconocimiento y ventanas al exterior sobre el trabajo e investigación que realizamos los profesionales sanitarios y cuyo objetivo final únicamente es aportar el mejor trato a nuestros pacientes. En nuestra provincia hay profesionales excelentes y por ello creo que podemos estar todos orgullosos de ello. Se que es difícil y más en estos tiempos, pero motivo a todos mis compañeros y médicos internos residentes, a seguir investigando y aportar nueva evidencia científica para mejorar la atención a nuestros pacientes.
En parte es un reconocimiento al trabajo y labor durante todos los años de formación, en la que se tiene que aunar la actividad asistencial y científica. Solo una comunicación recibe el premio, pero hay grandes comunicaciones y publicaciones científicas todos los años entre nuestros compañeros malagueños, muchas de ellas son merecedoras de reconocimiento. Además, agradezco y comparto el premio con todos los profesionales que han colaborado en la elaboración de este estudio, en especial a la Dra. Macarena Cano.
¿Qué planes tiene para el futuro?
(A.S.): Mi futuro, como el de todos, y más, terminando la residencia en mayo de 2020… es imprevisible, pero deseo, y espero, que solo sea como el que ha sido hasta ahora, ejerciendo la medicina, la medicina interna, llena de satisfacción, rodeada de grandes profesionales y, ojalá, cerca de la familia y amigos, que siempre necesitaremos.
(J.C.): Desafortunadamente cuando acabas la residencia, no tienes el privilegio de poder optar a largos contratos; por lo que no puedo hacerme grandes planes de futuro a largo plazo. Por el momento, aspiro a que no me falte trabajo nunca y poder ir enganchado contrato a contrato.
(A.R.): Actualmente trabajo en el Hospital Regional Universitario como Facultativo de Cardiología donde deseo continuar formándome como cardiólogo intervencionista y cardiopatía estructural a la vez que realizo el Doctorado. Personalmente siempre aspiro a seguir mejorando como profesional y como persona, en el trato con mis pacientes y compañeros, creo que eso es algo que los médicos nunca debemos quitar de nuestra mente y debe guiar nuestro día a día.
*Patrocinado por Mutual Médica.
**Patrocinado por Sindicato Médico de Málaga.